CUERNAVACA, MORELOS.- Desde hace tres años, los comuneros de Xochicalco, Tetlama y Miacatlán, comprometieron la zona arqueológica de Xochicalco y sus terrenos aledaños a la minera canadiense Esperanza Silver de México a través de un convenio de ocupación por quince años.
El acuerdo permitiría a los extranjeros explotar más de 407 hectáreas de la concesión Esperanza I para la extracción de plata y oro a través del procedimiento de tajo abierto, el cual según investigadores consume grandes volúmenes de agua, contamina el aire, mantos freáticos, extermina la flora y fauna, y es causa de problemas en la piel, oídos, ojos, nariz, entre otros.
Desde 2012, los comuneros y su asesor legal, Eduardo Mondragón Manzanares, firmaron un convenio de ocupación previa con Esperanza Silver, con el cual la empresa minera obtuvo el permiso para la explotación comercial de los terrenos que ocupa la zona arqueológica de Xochicalco por un lapso de quince años forzosos a cumplir por los actuales poseedores de la tierra.
El convenio establece que a cambio los comuneros recibirían una serie de prestaciones por conceptos de indemnización para permitirle a la minera llevar a cabo la explotación de los recursos naturales del sitio que fue declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999.
En contraprestación los ejecutivos de la minera pactaron indemnizar a los comuneros con un millón 200 mil pesos en los dos primeros años; a partir del tercer año el grupo recibiría anualmente un millón 600 mil pesos, además de otras prestaciones como bonos anuales para cada uno, aguinaldos y ayudas para gastos funerarios.
Lo anterior lo dio a conocer en entrevista exclusiva con Diario de Morelos, la coordinadora Nacional de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María del Perpetuo Socorro Villarreal, quien dijo esta fue la causa que detuvo las negociaciones con las que la federación buscaba un acuerdo conjunto para expropiar y pagar a los comuneros las 707 hectáreas sobre las que se ubica la zona arqueológica.
Claves del conflicto por tierras comunales
Un amparo concedido a favor de los comuneros les otorgó el derecho a recibir una indemnización por las tierras expropiadas donde se asienta la zona arqueológica; sin embargo, la negociación con la minera ha trabado el asunto.
- En febrero del año en curso, el Instituo Nacional de Antropología e Historia recibió del juzgado Primero de Distrito, con sede en Cuernavaca, una solicitud para que rindiera un informe sobre la situación legal de la zona arqueológica de Xochicalco y el patrimonio arqueológico.
- Esperanza Silver interpuso un amparo contra el Gobierno de Morelos, por el decreto que expidió el Programa de Ordenamiento Ecológico y Regional del Estado de Morelos del 29 de septiembre de 2014, el cual prohibió la explotación minera a tajo abierto en la entidad.
- El INAH no tiene problemas para indemnizarlos, pero antes, los comuneros deberán dar por terminado el convenio con la minera, ya que es imposible seguir con el proceso para expropiar e indemnizarlos por unas tierras que se les están ‘pagando’ desde la empresa minera.
- En 2012 acordaron los comuneros la ocupación con la minera, la cual busca extraer oro y plata del suelo morelense, a costa del daño ecológico.
- Desde 2006 el INAH y comuneros iniciaron acercamientos para la expropiación, que se dio hace más de 20 años mediante decreto, e indemnización.
- Durante tres años de 2012 a 2015 los comuneros ocultaron la negociación al INAH, pues buscan obtener un doble beneficio: por una parte, quieren que el Instituto los indemnice, y por otra, pretenden cobrar una renta a la minera por la explotación de las tierras.