Cuernavaca, Morelos.- Con más de 40 años brindando ayuda a la población, don Víctor Ortega Ochoa -actualmente coordinador de Voluntariado- aseguró que ser socorrista es la mejor experiencia, “es parte de mi vida”.
“Voy a cumplir 43 años (de labor, en diciembre). He visto cosas terribles, cosas buenas también, me refiero buenas en detalles de heridos, enfermitos y demás. Yo le debo mucho a la Cruz Roja, mucho en forma personal, en forma de trabajo”, expresó.
A sus 72 años, con 3 hijos y 6 nietos, don Víctor se ha ganado el respeto y admiración de sus compañeros de Cruz Roja; incluso la unidad número 50 se encuentra marcada con su nombre -Víctor Ortega Ochoa-, la cual señala con gusto.
Víctor relató que llegó a Cruz Roja debido a que hizo la grosería de tirarle la credencial de socorrista a un compañero, a quien, se enteró posteriormente, castigaron. “Fui a disculparme, y ahí me ofrecieron laborar por 15 días en las ambulancias”.
Una de las experiencias que recuerda con más cariño ocurrió cuando tuvo que ayudar a una mujer a dar a luz a bordo de una ambulancia. Posteriormente, los padres del bebé lo buscaron en las instalaciones de la Cruz Roja.
“Los papás -del niño que ayudó a nacer- me hicieron el favor de ponerle al niño mi nombre: Víctor. Y no hicimos la gran cosa, le pusieron mi nombre y ésa es una situación que jamás se me va a olvidar”, señaló.
Sonriente y con el orgullo de portar el uniforme de la Cruz Roja, manifestó que las situaciones que le causan tristeza al momento de realizar su labor es ver a menores lesionados o muertos en accidentes automovilísticos; “me imagino que son mis nietos”.
Debido a ello, exhortó a la población a tener cuidado; también la invitó a conocer la labor que desempeñan los paramédicos.