Amigos, les voy a compartir en esta ocasión mi experiencia del pasado sábado donde tuve la oportunidad de jugar un partido de exhibición en Cuernavaca rodeado de muchos ex compañeros y amigos que el futbol me ha permitido conservar.
Entre ellos, Sergio Bernal, con quien tuve la oportunidad de entrenar y desarrollar mis aptitudes cobijado con su experiencia. Fuimos compañeros de habitación cerca de 5 años en las concentraciones que hacíamos en todas las ciudades donde jugábamos con Pumas. Muchas horas jugando al ‘backgammon’ nos permitía conocer y compartir sueños, metas y objetivos. Él siempre me cobijó e hizo que aprendiera que la carrera de un futbolista es de resistencia y no de velocidad, lo demuestra su trayectoria de más de 20 años como profesional y sus 6 campeonatos con la UNAM, siendo el jugador con más títulos en esa institución.
A David Oteo y Miguel “Iguala” Carreón los conocí cuando llegué al primer equipo, eran jugadores jóvenes de gran experiencia que arropaban a los que teníamos deseos de trascender.
Tengo una anécdota con Rodrigo “Pony” Ruiz digna de mencionar en otro espacio, por lo pronto sólo puedo decirles que fue parte importante de mi inicio y final en mi historia como futbolista, con una historia personal muy particular, ha sido uno de los extranjeros con más partidos en nuestro futbol profesional, nos sigue dejando con la boca abierta en cada carrera que emprende dejando atrás a sus adversarios.
A Raúl Rodrigo Lara lo encontramos en una ocasión Jaime Lozano y yo, en una avenida del DF, pasaba por un gran momento en América y la selección y nosotros no debutábamos aún, nos emparejamos a su auto y le pedimos que se detuviera a darnos un autógrafo, sin pensarlo se orilló y hasta una fotografía obtuvimos.
Fabián Estay es de esos jugadores que nunca quisieras que se retiraran, con esa elegancia al conducir el balón sin mirarlo y con el ‘timing’ perfecto para desprenderse de él habilitando a un compañero para dejarlo solo frente al marco rival.
A Reinaldo Navia hace poco tuve el privilegio de conocerlo, pero basta una pequeña charla para darse cuenta lo humano que llega a ser, radica en nuestro país y atiende una escuela de iniciación futbolística donde enseña a los niños lo mejor que sabe hacer: disfrutar este hermoso deporte.
Y, claro, a mi paisano Moctezuma Serrato con el que compartí vestidor en los Pumas, logrando un campeonato juntos, y aulas en la Prepa 1.
No es casualidad que todos estos jugadores con grandes cualidades sean extraordinarias personas, la humildad para poner el talento a disposición de un equipo hizo que tuvieran una carrera importante llena de logros personales y colectivos.
Ojalá la afición de nuestro Estado haya disfrutado el espectáculo y que muy pronto se vuelva a repetir y cada vez sea mejor.
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Desde mi media cancha: Partido de estrellas
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